Uno de los grandes problemas de Activision con la saga Call of Duty en los últimos años han sido los tramposos. Una enorme plaga que, en muchas ocasiones, consiguió campar a sus anchas en sus juegos. Especialmente conocido es el caso de Warzone, con muchos jugadores y creadores de contenido abandonando el título por el mero hecho de no tener que enfrentarse día tras día a tramposos, pero la razón del caso que vamos a hablar trata sobre otro tipo de toxicidad. La compañía norteamericana ha hecho oficial que ha expulsado a un total de 500.000 cuentas por razones tóxicas, y estas tratan sobre nicks ofensivos, lenguaje empleado en los distintos chats y otro tipo de frentes que el sistema de moderación automático del juego ha conseguido enfrentar.
Activision busca el respeto en cada uno de sus juegos, y es por ello que ha tomado una postura seria y contundente en la saga Call of Duty. Ya sea contra tramposos o comportamientos tóxicos, la moderación y el sistema anti-cheat quiere demostrar que funciona.
Call of Duty y el futuro de la saga
Fueron muchos los jugadores que se sorprendieron al conocer hace unos meses que Call of Duty: Warzone, el popular battle royale, tendría una secuela. Ese momento se acerca, el juego original salió al mercado en marzo de 2020, y desde el primer momento se convirtió en uno de los juegos más exitosos del mundo. La llegada de una secuela, con destacadas novedades como nuevos mapas y algunos puntos renovados tan importantes como el Gulag.
La saga Call of Duty vivirá los próximos meses un momento de enorme importancia, con Warzone 2 y Modern Warfare 2 en camino. Dos juegos que deben asentar a la franquicia durante años, y es que el desarrollo del próximo título tardará más de lo que estamos acostumbrados en la saga.