En un intento por «salvar Titanfall», los hackers consiguieron echar para abajo los servidores de Apex Legends este pasado fin de semana. El título de Respawn Entertainment ha sufrido este tipo de problemas en abundancia durante las últimas fechas especialmente, siendo incluso ‘trending topic’ en redes como Twitter.
El free-to-play de Respawn sufrió una plaga de hackers y ataques DDOS en las útlimas fechas. Una nueva oleada golpeó Apex Legends durante el mes de mayo, llegando al punto de que un jugador profesional hizo viral el #SaveApexRanked este pasado junio, aunque las mejoras no parecen haber tenido efecto.
Esto se acentuó con los hackers tomando el control absoluto de Apex Legends este pasado fin de semana. De repente, más y más jugadores empezaron a reportar que modos de juego como ‘Firing Range’ o ‘Arenas’ no estaban disponibles. Incluso, algunos modos redireccionaban a los jugadores a un portal web que rezaba ‘Save Titanfall’ como título.
En este portal se podía leer un comunicado que alegaba el abandono de Respawn sobre ‘Titanfall’, un juego todavía en venta pero que es totalmente injugable por la cantidad de hackers que habitan en él junto a otros bugs y exploits. Este comunicado busca levantar la voz de una comunidad cansada con su desarrolladora.
Protestas por ‘Titanfall’ y su supuesto abandono
Sin embargo Operation Red Tape, el equipo detrás del ataque, alegan que los hackers en Apex Legends no están asociados con su página web. Eso sí, éstos parecen haber identificado el battle royale como parte del problema que sufre Titanfall, al ser un juego que se desarrolla en su mismo universo y motivo del abandono del título.
Desde Respawn parecen haber atacado el problema:
We are aware of and actively investigating issues impacting @PlayApex playlists that are preventing players from getting into matches.
— Respawn (@Respawn) July 4, 2021
«Nos hemos asegurado que el matchmaking ha sido arreglado. Seguiremos atentos, pero pensamos que el problema puede estar solucionado». Sin embargo, ésto ha desembocado en el enfado de muchos jugadores, que exigen compensaciones.